El infierno que el Stockholm Arena prometía en Suecia se apagó, incluso , antes de comenzar el partido. No solo pues sobre el césped la temperatura era superior a los menos seis grados de Estocolmo gracias al techo retráctil del estadio. Tampoco por los miles de espectadores suecos que se acercaron a disfrutar del Hammarby y que se encontraron con una derrota.









